La cerveza, es una de las bebidas más populares alrededor del mundo, sin duda una de las mejores aliadas para disfrutar una noche de diversión o una tarde entre amigos. Sin embargo, muchas veces sólo nos la tomamos y… fin. Es por esto, que después de leer estos tips podrás transformarte en el súper experto de tu grupo de cuates. 

Para empezar, debes saber que esta famosa bebida se prepara escencialmente con cereales (en su mayoría cebada), levadura, agua y lúpulo. Cada elemento tiene un papel muy importante pues define el estilo y sabor que tendrá.

¡Ahora si va lo bueno… checa los tips!

La inclinación. Inclina a unos 45º un vaso muy muy limpio y vierte suavemente la cerveza, al tiempo que enderezas el vaso. Si quieres saber qué lo hiciste bien, al final deberá quedar un aproximado de dos dedos de espuma.

Observar. Uno de los pasos más importantes es mirar la bebida de principio a fin. Si sostienes tu vaso a contraluz, tal vez descubras más detalles. Puedes mirar  qué tan suave o densa es su espuma y checar si su color es marrón, dorado u otro.

Agitar. Remueve un poco tu cerveza tratando de hacer un pequeño remolino. De esta forma, podrás ver qué tan resistente es su espuma y percibir los aromas de sus ingredientes.

Aroma. Con base al aroma que percibas, podrás imaginarte el sabor que tendrá, así como también, podrás evaluar el sabor de los lúpulos con un peculiar olor cítrico y la levadura que seguro tendrá un toque afrutado.

Disfrutar. Comienza a tomarla en 3 tragos,  el primero es el encargado de limpiar tu paladar, el segundo es para que te adecues y por último disfruta en su totalidad de la bebida. Es importante que no la tomes rápido, pues precisamente se trata de sentir su sabor. Detecta los sabores dulces, salados o ácidos y no la tomes súper fría, pues la baja temperatura puede eliminar el sabor real.

Finalmente, pregúntate acerca de su sabor,  su aroma, las sensaciones que te trajo y si de verdad es lo suficientemente buena para tu paladar.