El vino, es una deliciosa bebida alcohólica que a diferencia de otras, se ha comprobado que puede proporcionar increíbles beneficios para la salud. Checa cuatro razones que te harán querer echarte una o más copitas de vez en cuando.
Pone tu mente a trabajar
Así es, resulta que el consumo leve o moderado (obviamente) puede mejorar la función cognitiva y por ende, apoyar a la agilidad mental. Además, los antioxidantes que contiene esta bebida, reducen la inflamación dando pie a mejorar el flujo sanguíneo y a tener un mejor desempeño cerebral. ¡Creatividad, allá vamos!
No más grasa
¿Increíble no? Según un estudio el vino activa un gen llamado SIRT1 que impide la formación de células de grasa y remueve las ya existentes. ¡Lee esto! De acuerdo con diversas investigaciones, beber una copa de vino al día puede ayudarte a reducir la obesidad y el sobrepeso. ¡Ya siento que lo amo!
Beber vino es todo un ejercicio
Aunque parezca difícil de creer, resulta que una sustancia que contiene la uva, es capaz de contrarrestar los efectos de una vida sedentaria. ¡Sí, así como lo ven! Con una dosis leve de vino al día, tu organismo reaccionará positivamente, como si estuvieras haciendo un poco de ejercicio, aunque en realidad no hagas nada.
Sonríe increíblemente
El vino, es excelente para evitar la caída de los dientes. Además de que una copita puede tratar diferentes tipos de infecciones de encías y detiene el crecimiento de bacterias relacionadas con las caries y la gingivitis.
Entonces, ya tienes el pretexto perfecto para echarte un poco de vinito de vez en cuando, puesto que definitivamente no lo haces por lujo, lo haces por tu salud.