A casi nada de navidad, ya la mayoría de tus amigos seguro están emocionados decorando casas, cantando villancicos, preparando regalos y hablando de la tan esperada cena. Tal vez seas uno de ellos o tal vez no, si eres de los que detestan la felicidad navideña, odian que desde octubre comiencen las decoraciones en tiendas y comienzan a hacer una lista de pretextos para cancelar sus reuniones sociales, bienvenido al club de los Grinch de la navidad.
En esta vida hay de todo, hay quienes cuentan los días para las fiestas decembrinas pero también los que no soportamos a esas personas con todo su fanatismo navideño. Así que si te desesperan los foquitos, te cae mal Santa y prefieres escuchar los pensamientos en tu cabeza antes que un villancico, seguro eres el Grinch de tu familia, pero por si aún lo estás dudando, checa estas señales que lo comprobarán.
Decorar no es lo tuyo
Ese momento de frustración en el que cada día al llegar a casa te das cuenta de que aún es diciembre porque todo a tu alrededor sigue disfrazado de felicidad.
Foquitos navideños
En realidad, son una pérdida de dinero y de tiempo ¿Por qué pasar horas desenredando una serie que al final está fundida?
Huyes de los Intercambios
¿En serio? qué necesidad hay de pasar horas buscando algo bonito que regalar, para que a ti te den algo inútil, que no te queda o que no te gusta y termine en la parte más sombría de tu casa.
Odias los villancicos
A pesar de que algunos son insoportables, es casi imposible no saberse algún villancico navideño, pues año tras año desde que naciste, has escuchado que era Rodolfo un reno que tenía la nariz…bla, bla, bla y así todo el mes de diciembre. ¡Que horror!
Los familiares poseídos por la navidad
Es bonito tomarse una noche para reunirte con tu familia y pasar un buen momento, pero nunca falta la tía poseída por la navidad que quiere a todos ridículamente vestidos y que para colmo, sale con juegos y comentarios que solo le divierten a ella.
Ropa navideña
Nunca falta alguien que ama los suéteres navideños, ¿neta? ¿qué necesidad hay de comprar algo que únicamente usarás un día y los otros 364 se convertirá en pijama o en la frazada favorita de tu perro?
Terminar hecho un marrano
Muy cool todo, ya pasaron las posadas, ya se terminaron las cenas, por fin se acabó el recalentado y tu ya eres talla 200. ¡Bonita forma de iniciar el año!
Quedarte pobre
Una de las cosas más tristes de diciembre, es el momento en el que haces cuentas y te percatas de todo el gasto en regalos que no quieres dar y en cenas a las que no quieres ir.
Por último, si te sentiste identificado con más de una de estas señales, eres oficialmente el Grinch de tu familia, pero no te preocupes, todos sabemos que en el fondo, muy en el fondo, pero muy hasta abajo, hay un poquito de espíritu navideño en ti.